De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua, tres acepciones se le otorgan al adjetivo “peregrino”. La primera, hace referencia a la persona que visita un lugar sagrado por motivos religiosos; segundo, a la persona que viaja o anda por tierras extrañas que presentan dificultades; y tercero, que es extraño, raro o sorprendente por original o poco frecuente.
Hoy, cientos de peregrinas y peregrinos, que desde hace unos días recorren las trochas y caminos de todo el territorio nacional, desde los cuatro puntos cardinales, están prestos a emprender el último recorrido en este peregrinaje por la vida y por la paz. A falta de los cientos de kilómetros que ya han recorrido para llegar a Bogotá, se le sumaran los cuatro kilómetros que separan al Parque Nacional Enrique Olaya Herrera y la Plaza de Bolívar.
Esos cientos de peregrinos y peregrinas a quienes hacemos referencia, son los y las firmantes del Acuerdo de Paz de las extintas FARC-EP, así como las ciudadanías que hemos decidido *caminar la paz* para que no se nos arrebate la esperanza de construir una *Nueva Colombia*. Así, solo cuando humanizamos esta nueva movilización en nuestro país, es que adquiere sentido el adjetivo otorgado.
Este peregrinaje se dirige a un lugar sagrado, el epicentro de la política en Colombia por los motivos más nobles: la vida y la paz. Sin lugar a dudas, estas son tierras extrañas no exentas de dificultades. Extrañas, porque para muchos será la primera vez que llagarán a la capital, pero también porque por primera vez entraran en contacto con la ciudadanía de Bogotá. Las dificultades, por su parte, han estado asociadas, tanto a las dificultades para transportarse, como a que sucede en un momento histórico en que la humanidad padece una pandemia y a que aun adolecemos de una endemia llamada odio. Y finalmente, a que su originalidad radica en que quienes antes caminaban el conflicto armado, hoy son quienes caminan la vida y la paz.
En estos últimos cuatro kilómetros por recorrer, el objetivo no es otro que invocar la esperanza de un pueblo, la voluntad por superar la violencia política y trabajar en comunidad por la reconciliación y la reconstrucción nacional, por alcanzar la tan anhelada paz con justicia social. Sepan bien que esta movilización no busca un apoyo al partido político FARC. Busca, genuinamente, el apoyo y el respaldo a las miles de nuevas ciudadanías que le apuestan a diario por construir paz en y desde los territorios, el apoyo y el respaldo a los y las firmantes de la paz y su voluntad colectiva de paz. Esta movilización convoca a todos y todas las amantes de la paz y los y las esperanzadas en que una sociedad verdaderamente humana pueda llegar.
Pd. Inicio de la movilización 1:00pm en el Parque Nacional
Por la vida y por la paz en la capital nos pillamos.
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